Apodos de los jugadores de la Selección Argentina
En el entorno futbolístico, los apodos son una práctica usual tanto para los equipos, como para los mismos futbolistas. Hoy, repasamos en Fundados, algunos de los apodos de jugadores argentinos.
No podríamos reconocer la historia del fútbol nacional sin algunos apodos de los jugadores de la Selección Argentina: el Pelusa hizo historia e incluso, el mismo equipo tiene actualmente un apodo: la Scaloneta, un juego de palabras para mencionar al equipo campeón del mundo en la Copa Mundial 2022, junto a su director técnico.
Algunas veces, los futbolistas son más reconocidos por las personas a través de sus apodos, al punto que inclusive, podemos hasta preguntarnos en un momento dado cómo se llaman los jugadores de Argentina; pues, tanto los medios de comunicación como los fanáticos mismos, suelen referirse a ellos por sus apodos.
Indice
Nicolás “el General” Otamendi
Este defensor actual del SL Benfica de la Primeira Liga, tiene más de cinco apodos: el General, el Caudillo, el Mariscal, el Gladiador, el káiser, el Otakaiser y en contraste con todos ellos, el Osito de Peluche. Este último apodo de Otamendi se lo puso De Paul, en su cumpleaños 35 a través de este mensaje en redes sociales: “Feliz cumpleaños hermano mío. Gracias por soportarme en esa pieza hace tantos años, ¡sos de oro!. Te amo mi osito de peluche”.
Sergio “Kun” Agüero
El hoy exfytbolista, empresario y comentarista deportivo, tiene uno de los apodos de los jugadores de la Selección Argentina más reconocidos a nivel mundial. El Kun Agüero sólo ha tenido este apodo, y la historia detrás tiene que ver con que su abuelo le decía así desde pequeño, ya que Sergio veía una serie de dibujos animados japonesa en la que aparecía “Kum Kum”, un personaje que solía crear problemas.
Paulo “la Joya” Dybala
Este delantero actual de la AD Roma de la Serie A, tiene uno de los apodos de los jugadores de la Selección Argentina más conocidos: la Joya Dybala. Este apodo surgió después de que Paulo jugó su segundo partido en Instituto, cuando recién empezaba su carrera profesional y fue puesto por un periodista cordobés que tuvo la oportunidad de estar en ese encuentro, y que se refirió a Dybala como una joya que podría convertirse en un diamante, años después.
Cristian “el Cuti” Romero
Este cordobés que juega como defensa del Tottenham Hotspur FC de la Premier League, es conocido como el Cuti Romero o simplemente como Cuti dentro de los apodos de los jugadores de la Selección Argentina. Así fue bautizado por su mejor amigo, un compañero coreano del Tottenham, quien se refirió como “Cutie” que traduce “lindo”, sin embargo, el término fue transformándose hasta llegar a Cuti.
Ángel “el Flaco” Di María
Este rosarino internacional de la selección dede 2008 y actual delantero del SL Benfica de la Primeira Liga, tiene tres motes dentro de los apodos de los jugadores de la Selección Argentina: Fideo, Ángel del Gol y Flaco Di María. El primero de ellos fue Fideo, cuando su compañero de equipo Ever Banega, se refirió a Ángel así, mientras participaban en el Mundial Sub 20 en Canadá.
Lautaro “el Toro” Martínez
El delantero actual del Inter de Milán que juega en la Serie A de Italia, tiene uno de los apodos de los jugadores de la Selección Argentina que nació cuando aún hacía parte de un club nacional, el Racing y junto a uno de sus compañeros de equipo: Gustavo Bou quien le apodó el Toro, ya que solían hacer un festejo en espejo que incluía una mueca de cuernos.
Julián “la Araña” Álvarez
El actual delantero del Manchester City FC en la Premier League, es conocido como Araña dentro de los apodos de los jugadores de la Selección Argentina y viene desde su infancia. Fue su hermano mayor quien identificó el talento del Julián desde muy pequeño en las canchas y le apodó así porque, al verlo jugar, pensó que bien podría tener más de dos piernas, por eso, ¡Julián festeja con las manos, como el hombre araña!
La Pulga, el Carnicero, el Huevo Acuña y claro, el Dibu, son algunos de los apodos de los jugadores de la Selección Argentina que nos quedan en el tintero. ¿Hacemos una segunda parte de este artículo?